Y felicidad, y cariño, y simpatía por las personas de tu alrededor,y estar rodeado siempre por los tuyos,y por los que quieres y un largo etcétera..En ese pequeñito corazón caben las personas más grandes de mi vida,son 10 personas que parecen mis ángeles de la guarda, que siempre están ahí, pase lo que pase.Eso es lo que más valoro,el "que estén ahí pase lo que pase".Pero quiero escribir sobre unas personitas especialmente especiales, siempre han sabido darme un abrazo en el momento oportuno, cuando más lo necesitaba; me hacen reír hasta dolerme la tripa;saben escucharme, aunque lo que les tenga que contar no interese a nadie:me dicen las cosas como son, ni trampa ni cartón, y eso se valora,aunque duela, porque te das cuenta de que quieren que veas la realidad tal y como es;y de lo que me he dado cuenta en estos últimos meses es del apoyo que me dan en algo que siempre he querido hacer y nunca dije por miedo a que me dijeran que no sabría, o que no era para mí..
¿Sus nombres? Lucía y Ana, y se merecen mucho, esto son sólo palabras, pero espero que queden siempre grabadas en sus dos cabezitas, porque en la mía están más que grabadas.Ellas no se imaginan cuánto las quiero, y ni siquiera yo podría ni medirlo, ni redactarlo.
(LL)
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